LA NEUROCIENCIA MEJORA EL CONOCIMIENTO
Investigaciones recientes aportan procedimientos que
sirven para elaborar propuestas prácticas para mejorar el rendimiento escolar.
En la mayoría de propuestas ofrecidas para mejorar la
educación en nuestro país predominan los razonamientos teóricos y filosóficos
sobre cómo lograrlo. Aquí pretendemos complementar esas propuestas con un
conjunto de sugerencias de carácter práctico para mejorar el rendimiento
académico de docentes y alumnos a corto y medio plazo. Son procedimientos
avalados por la investigación reciente en neuroemociones y psicobiología, que
pueden tener su versión particular en cada nivel y contexto educativo.
-Guiar el aprendizaje con preguntas
Este procedimiento motiva al
estudiante, concentra su atención y le convierte en una especie de detective o
investigador que busca en cualquier fuente de información posible la solución a
los interrogantes que se le plantean. Es además un modo de enseñarle a trabajar
y ganar autonomía para aprender, es decir, es también un modo de aumentar la
capacidad del alumno para aprender por sí mismo en el futuro.
-Practicar frecuentemente el recuerdo de lo aprendido
El recuerdo, además de servir
para evaluar lo aprendido, sirve también para seguir aprendiendo. El preguntar
sobre la información recientemente aprendida beneficia a la memoria a largo
plazo promoviendo el reclutamiento de los circuitos neuronales del recuerdo en
las subsecuentes oportunidades de estudio. Ayuda también a mantener la atención
durante largos periodos evitando las distracciones cuando se estudia leyendo
los textos en la pantalla de un ordenador. Tal actividad aumenta la sensación
subjetiva que tiene el estudiante de estar aprendiendo y reduce así su ansiedad
respecto a evaluaciones posteriores.
-Homenaje a la lectura
De todas las actividades
intelectuales potenciadoras de capacidades mentales la más asequible y la que
proporciona un mejor balance costo/beneficio es, sin duda, la lectura. Leer es
uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro. Es
así porque la actividad de leer requiere poner en juego un importante número de
procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el
razonamiento. Cuando leemos, activamos preferentemente el hemisferio izquierdo
del cerebro, que es el más dotado de capacidades analíticas en la mayoría de
las personas, pero son muchas las áreas cerebrales de ambos hemisferios que se
activan e intervienen en el proceso. Decodificar las letras, las palabras, las
frases y convertirlas en sonidos mentales requiere activar amplias áreas de la
neo corteza cerebral.
Las
cortezas occipital y temporal se activan para ver y reconocer el valor
semántico de las palabras. La corteza frontal motora se activa cuando evocamos
mentalmente los sonidos de las palabras que leemos. Los recuerdos que evoca la
interpretación de lo leído activan poderosamente el hipocampo y el lóbulo
temporal medial del cerebro, que son zonas críticas para la memoria. Las
narraciones y los contenidos emocionales del escrito, sean o no de ficción,
activan la amígdala y demás áreas emocionales del cerebro. El razonamiento
sobre el contenido y la semántica de lo leído activa la corteza pre frontal y
la memoria de trabajo. La lectura refuerza también las habilidades sociales y
la empatía, además de reducir el nivel de estrés del lector. El libro y la
lectura, como gimnasio asequible y barato para la mente, deberían incluirse en
la educación desde la más temprana infancia y mantenerse durante toda la vida.
-Inmersión temprana en más de una lengua
Los individuos que adquieren
múltiples lenguas en su infancia y las practican a lo largo de su vida tienen
una mayor atención selectiva y más desarrollada el hábito de conmutar
contenidos mentales, lo que les facilita la adquisición de aprendizajes
complejos, especialmente los que implican cambios en las reglas de ejecución.
Aunque pueden tener un vocabulario más reducido en cada lengua, los bilingües
son más rápidos y efectivos que los monolingües cuando, por ejemplo, aprenden a
clasificar objetos por su color y, de repente, hay que cambiar y clasificarlos
por su forma. La mayor capacidad de ejecución y flexibilidad mental de las
personas bilingües se manifiesta frecuentemente en la vida, se ha observado en
todas las edades, y la conservan además mucho más que los monolingües en la
vejez.
Para generar un automatismo como
el lingüístico y beneficiarse de él hay que aprenderlo tempranamente y
practicarlo con asiduidad y frecuencia. Los maestros, al igual que los padres y
cuidadores, tienen un papel importante en esa inducción lingüística múltiple de
los primeros años de vida. El estudio y práctica de la música puede tener un
efecto similar en la medida en que es también otra forma de lenguaje.
- Evaluaciones
orales
Las exposiciones o los exámenes
orales no solo permiten una evaluación muy rigurosa del conocimiento adquirido
por los alumnos, sino que, sobre todo, inducen en ellos un tipo de estudio
mucho más basado en la comprensión de los materiales y la información que en su
simple memorización. Son además métodos que generan una memoria a largo plazo
mucho mejor que la que resulta del tipo de estudio consistente en repasar una y
otra vez textos o apuntes de una materia.
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